La vía Panamericana, en su trayecto por Urabá, se convirtió en zona propicia para las altas velocidades y, en consecuencia, para siniestralidad y muerte. Este año han fallecido 42 personas.
La vía Panamericana, en su trayecto por Urabá, se convirtió en zona propicia para las altas velocidades y, en consecuencia, para siniestralidad y muerte. Este año han fallecido 42 personas.