La combinación de altas temperaturas, humedad y contacto cercano facilita la proliferación de gérmenes. ¿Cómo puedes evitar que estas afecciones afecten tus vacaciones? Aquí te damos las recomendaciones que necesitas.
Las bacterias pueden contraerse más fácilmente en piscinas mal mantenidas. Foto: Portafolio I habitissimo
Las infecciones más comunes en piscinas
- Cistitis
La cistitis, o infección de orina, se vuelve más frecuente en ambientes húmedos y calurosos. Aunque no es el agua de la piscina la que la causa directamente, el uso prolongado del bañador mojado sí puede predisponer a la infección. Los síntomas incluyen una necesidad constante de orinar, dolor o escozor al hacerlo. - Diarrea
La diarrea es una de las infecciones más comunes asociadas con las piscinas. El cloro no elimina todas las bacterias, como el Cryptosporidium y el Norovirus, que pueden contaminar el agua. Esta infección suele producirse al tragar accidentalmente agua contaminada con materia fecal. - Otitis
Conocida como “oído del nadador”, la otitis ocurre cuando el agua queda atrapada en el canal auditivo, creando un entorno propenso para los gérmenes. Los síntomas incluyen picor, dolor y enrojecimiento en el oído. - Pie de atleta
El pie de atleta es una infección fúngica común que se propaga en ambientes húmedos como las piscinas. Se manifiesta con fisuras en la piel, picazón y mal olor en los pies. - Molusco contagioso y verrugas
Estas infecciones virales se transmiten fácilmente a través de objetos o superficies contaminadas en las piscinas, como flotadores o el suelo. Se presentan como lesiones cutáneas pequeñas y elevadas. - Vulvovaginitis
La exposición prolongada al agua del bañador mojado puede causar vulvovaginitis por cándidas. Los síntomas incluyen inflamación y picor en los genitales. - Impétigo y dermatitis
El impétigo, una infección bacteriana de la piel, y la dermatitis pueden aumentar en verano debido al contacto cercano entre niños y al ambiente húmedo de las piscinas.
La bacteria de Luis Javier Acosta
Su situación comenzó durante un paseo al municipio de Melgar, Tolima, donde tras usar una piscina, comenzó a experimentar mucho dolor en sus huesos y articulaciones..
Luis Javier fue diagnosticado con Candida auris, luego de estar en una piscina pública en el municipio de Melgar, Tolima.
La Candida Auris es un hongo resistente a tratamientos comunes y que se puede contraer con mayor facilidad en entornos hospitalarios. Las personas más vulnerables a ella son personas con heridas abiertas y personas con un sistema inmune debilitado. Puede ser especialmente peligrosa, afectando la sangre y órganos vitales, y resultando difícil de detectar debido a su similitud con otros hongos.
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Consejos esenciales para evitar infecciones en la piscina
- Dúchate antes y después de nadar: Mantén tu piel limpia para reducir la transferencia de gérmenes al agua.
- Evita tragar agua: Aunque el agua está tratada con cloro, no es apta para el consumo.
- Cubre lesiones visibles: Si tienes infecciones cutáneas como verrugas o moluscos, cúbrelas para evitar contagios.
- Usa protección para los oídos: Los gorros de natación y los tapones para los oídos pueden ayudar a evitar infecciones.
- No camines descalzo: Usa chanclas en áreas comunes para proteger tus pies de hongos y verrugas.
- Cambia el bañador húmedo rápidamente: No permanezcas con el bañador mojado para prevenir infecciones.
- Limpia y desinfecta tus chanclas: Esto ayuda a reducir la propagación de hongos.
¿Sabías que no todas las piscinas ofrecen el mismo nivel de seguridad? Mientras que algunas piscinas están bien mantenidas y supervisadas, otras pueden tener problemas que favorecen la proliferación de infecciones. Asegúrate de conocer la calidad del agua y las prácticas de higiene del lugar antes de entrar en ellas.
