Un hombre fue enviado a prisión porque estaría detrás de una millonaria estafa en la pandemia del Covid-19 a más de 57 personas, que terminaron perdiendo sus carros, después de que los alquilaran para movilizar personal de la salud. Le fueron imputados cargos por los delitos de estafa en masa, falsedad en documento público agravado, falsedad en documento privado y fraude procesal…

Andrés Felipe Torres Gómez (izquierda) durante las audiencias preliminares en las que le imputaron cargos por la estafa masiva.

Andrés Felipe Torres Gómez (izquierda) durante las audiencias preliminares en las que le imputaron cargos por la estafa masiva.

Minutos después de que Andrés Felipe Torres Gómez bajara de un avión en el aeropuerto internacional José María Córdova, de Rionegro, fue arrestado por la Policía porque tenía una orden de captura vigente por ser el presunto cerebro de una red delincuencial. Él habría participado en una estafa en la pandemia del Covid-19 a, por lo menos, 57 personas. Las víctimas le habrían alquilado sus vehículos para que los utilizara para transportar personal de la salud.

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En las audiencias preliminares, el fiscal narró que esta investigación “se extrae del contenido de las denuncias recibidas en el año 2020, en el lapso de tiempo entre febrero y octubre. Usted lidera una organización criminal que captaba dineros induciendo a las víctimas a través de artificios y engaños, que muy pronto salieron a la luz pública”.

Así habría sido la estafa en la pandemia del Covid-19

La estafa se habría hecho a través de una empresa registrada con el nombre de Laboratorios Vida S.A.S. Torres Gómez habría logrado que las víctimas le cedieran vehículos para ser conducidos por terceros, a cambio de remuneraciones mensuales.

Capturado por estafa agravada

Este fue el momento de la captura por el delito de estafa agravada.

“Luego de tomar su confianza les invitaba a participar de sus negocios, los invita incluso a invertir en la compra de vehículos nuevos o usado. Los carros eran puestos en contratos de renta con la seguradora Sura. La finalidad era movilizar personal y elementos médicos, a cambio de remuneraciones entre los 2 y los 3 millones de pesos”, añadió el fiscal.

Para darle apariencia de legalidad al ilícito, los contratos de arriendo de vehículos eran autenticados en notarías. La investigación evidencia que este hombre, presuntamente, pagó el dinero prometido a los primeros arrendadores, quienes, para octubre de 2020, no volvieron a tener comunicación con él. Al parecer, los vehículos fueron entregados o vendidos a terceros con documentos falsos.