De la 119 entidades que en Medellín han asumido compromisos concretos con la sostenibilidad y la economía circular, 90 son empresas de diferentes sectores que han planteado metas como el aprovechamiento de al menos el 80 % de los residuos reciclables, mejoras en el manejo de residuos orgánicos, ahorro de agua y eficiencia energética.

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«Es el primer ejercicio que se hace en torno a la economía circular. Es un enfoque de gobernanza, es decir, dónde están las empresas, las universidades, el sector institucional, las organizaciones comunitarios e, incluso, juntas de acción comunal. Todas firmaron este manifiesto y se comprometieron con los indicadores», describió Ana Ligia Mora, secretaria de Medio Ambiente de Medellín.

Sin embargo, los avances parecen concentrarse en una pequeña fracción del sector productivo, dejando en evidencia la necesidad de un compromiso más amplio.

«Yo pienso que las empresas están muy comprometidas. Hay unas grandes apuestas y unas alianzas público privadas que ayudan a generar esa confianza», manifestó Julián Ospina Vergara, director de Sostenibilidad de Camacol Antioquia.

Por su parte, el jefe de Gestión Ambiental de Sumicol, Jorge Humberto Araque Tamayo, opinó: «Están haciendo muchos compromisos ambientales, lo que pasa es que no nos estamos enterando».

Si bien algunas empresas destacan por iniciativas en construcción sostenible y la creación de empleos verdes, estos esfuerzos parecen insuficientes frente a los desafíos ambientales que enfrenta la ciudad. La contaminación del aire, el exceso de ruido y el consumo energético desmedido son algunos de ellos.