En un acto de valentía y unidad, más de 150 habitantes del corregimiento de Aquitania, en el municipio de San Francisco, Antioquia, bloquearon la autopista Medellín-Bogotá como una forma de protesta contra la violencia que azota su comunidad. La manifestación, que se llevó a cabo el pasado fin de semana, se enmarca en el contexto de un reciente enfrentamiento que dejó a un ciudadano muerto y desató temores de un nuevo ciclo de violencia en la región.

Los participantes, portando pancartas y gritando consignas como “exigimos respeto por la vida” y “no a las masacres”, expresaron su profundo rechazo a estar atrapados en el conflicto entre grupos armados ilegales y la fuerza pública. Esta movilización pacífica busca llamar la atención sobre la precariedad de su situación y la necesidad urgente de proteger a las comunidades vulnerables de Antioquia.

Don José Ignacio, uno de los líderes de la protesta, recordó cómo hace 22 años su comunidad sufrió desplazamientos forzados debido a la violencia. “No queremos que las nuevas generaciones vivan la historia que nosotros tuvimos que soportar”, afirmó con pesar. La fecha, significativa para los habitantes, marca un periodo en el que muchos se vieron obligados a abandonar sus hogares, dejando atrás sus raíces y sus seres queridos.

Este llamado a la memoria colectiva subraya la urgencia de abordar la violencia que ha resurgido en el área, afectando la calidad de vida de quienes solo buscan vivir en paz. “Hemos sufrido demasiado; no queremos que eso se repita”, insistió.

La situación de violencia en Antioquia no es nueva, pero ha adquirido un matiz alarmante en los últimos meses. La presencia de grupos armados ilegales y los enfrentamientos entre ellos y las fuerzas del Estado han generado un ambiente de incertidumbre. En la reciente operación en la vereda Pitos, que dejó como resultado la muerte de Juan Carlos Rodríguez Agudelo, conocido como alias “Zeus”, la comunidad se vio nuevamente atrapada en un fuego cruzado que terminó con la vida de una mujer.

Este incidente ha encendido las alarmas en la comunidad, que teme que tales eventos se conviertan en una constante.

La protesta en Aquitania ha atraído la atención de las autoridades locales y regionales, quienes se han comprometido a estudiar la situación. En este sentido, algunos funcionarios han manifestado su deseo de trabajar en conjunto con la comunidad para implementar medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.