La aventura de Mateo Isaza comenzó el pasado 24 de marzo, con el viaje rumbo a Katmandú, y desde allí el mapa que trazaba ese sueño de llegar al pico más alto del mundo. Con la travesía por el valle empezaba a ver el Monte Everest, pero primero había que llegar al campamento base y empezar a aclimatarse a la altitud.