Antes de ser conocida como la capital de la ruana, este municipio guardaba bajo tierra antiguos secretos indígenas.
Imagen tomada de: antioquiaturismo.info
En lo alto de la cordillera Occidental, está Caramanta: un pequeño municipio antioqueño que guarda más historia de la que uno se imagina. Aquí, antes de que llegaran los primeros colonos, ya existían rastros de antiguas culturas que dejaron huellas enterradas entre la tierra fértil. Tanto así, que durante años al lugar se le conoció como Sepulturas.
De “Sepulturas” a Caramanta
Antes de llamarse Caramanta, este territorio era conocido como Sepulturas, debido a la gran cantidad de guacas y vestigios indígenas hallados en la zona. Estos descubrimientos arqueológicos evidencian la presencia de comunidades prehispánicas que habitaban la región mucho antes de la llegada de los colonizadores.
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Fundación y evolución
El municipio fue fundado el 27 de octubre de 1557 por Gabriel Echeverri y Juan Santamaría. A lo largo del tiempo, ha sido conocido por varios nombres, incluyendo Comía y Nueva Caramanta. Su evolución refleja la rica historia y las transformaciones culturales de la región.
La capital de la ruana
Caramanta es reconocida como la “Capital de la Ruana”, una prenda tradicional que simboliza la identidad paisa. Esta distinción resalta la importancia de las tradiciones textiles en la cultura local y su preservación a lo largo del tiempo.
Conocido también como el “Mirador de Antioquia”, Caramanta ofrece vistas panorámicas impresionantes gracias a su ubicación en la cordillera occidental. Desde sus miradores naturales, se pueden apreciar paisajes que capturan la belleza del suroeste antioqueño.
Caramanta es un testimonio vivo de la historia, la cultura y las tradiciones de Antioquia. Desde sus raíces indígenas hasta su reconocimiento como la capital de la ruana, este municipio invita a explorar y valorar el patrimonio que lo define.