En la frontera de Colombia con Panamá los migrantes continúan batallando con un cerco de alambre de púas instalado por el gobierno panameño. Los extranjeros afirman que este alambrado no los frenará para continuar con su camino. En carpas muchos migrantes esperan en los municipios de Apartadó, Turbo y Necoclí. Líderes de la zona fronteriza aseguran que con este alambrado la vida de muchos migrantes está en peligro, porque los obliga a buscar nuevos caminos en la selva. Reiteran que habrá una crisis por un represamiento en Urabá y Chocó.