Mientras la Alcaldía y los nuevos dueños de la Clínica de la 80 discuten por el futuro de la edificación, comerciantes vecinos a las instalaciones se quejan por los perjuicios.
Según ellos, las ventas están por el suelo, dado que desde hace tres meses el centro asistencial no atiende a los usuarios, ni siquiera para aplicar vacunas contra el Covid.