A menudo, los padres que están en la tarea de educar a sus hijos se preguntan ¿Cuál es la fórmula mágica para criarlos? Sobre todo, en el contexto actual que demanda a las familias combinar sus obligaciones de hogar con sus demás responsabilidades. Esta vez, queremos facilitarte la búsqueda y tratar de responderte algunas preguntas que pasan por tu mente.
Con Todo el Amor, te compartimos de la mano de algunos expertos de crianza, 7 aprendizajes para la formación de los niños:
- “Los niños no necesitan una mamá ni un papá perfectos, los niños lo único que necesitan es “ser sentidos”: Laura Gutman, terapeuta especializada en maternidad.
Un bebé estimulado será un niño despierto: mésalo, cántale o tararéale una canción mirándolo a los ojos, masajéalo, enséñale a caminar y lo más importante, bríndale tu afecto.
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2. “El apego seguro depende de la respuesta que los adultos cuidadores dan cuando los niños tienen estrés”: Álvaro Pallamares, psicólogo clínico infantil.
En la medida que el cuidador o el padre se vinculan con las necesidades de limpieza, alimentación y comunicación de los menores, los niños se sienten valorados, lo que desarrolla en ellos un apego seguro que se manifiesta de manera positiva en su relación con los demás. Al sentirse amados en la infancia, pueden llevar una vida adulta independiente, que no les provoca miedo al abandono y les posibilita sostener buenas relaciones interpersonales. ¡Todo se resume en el amor!
3. “El porcentaje de tiempo que los papás dedican a la crianza de sus hijos es solo el 5%”: Felipe Lecanellier, psicólogo clínico.
Ahora que la sociedad exige vivir acelerados, debes de tener claras tus prioridades familiares, sobre todo al ser padres. Define rituales juntos, por ejemplo: cenar y compartir logros y dificultades que se presenten en el día, clasifica los momentos para acompañarlos en el desarrollo de las tareas y los momentos de ocio, escucha a tus hijos cuando requieran conversar y si no se comunican con facilidad, busca momentos para leer sus comportamientos.
4. “Papá y mamá, no es necesario que sean perfectos, sino sinceros, capaces de disculparse, ser humildes y de mostrar su vulnerabilidad. La vulnerabilidad no nos debilita, fortalece las relaciones”: Yvone Laborda, terapeuta humanista.
Existen muchas condiciones dentro del hogar que pueden afectar la relación con los hijos; falta de gestionar los conflictos entre los padres, un divorcio, fallas en la comunicación, la ausencia de normas, la rebeldía de los adolescentes, entre otras. Es más probable que los niños o adolescentes acepten una situación difícil cuando los padres son sinceros con ellos.
5. “La diferencia entre un castigo y una consecuencia lógica es la meta: el propósito del castigo es que al niño le duela, en la consecuencia lógica no hay ese propósito, el niño no tiene que sufrir para aprender”: Anabela Shaked, experta en sicología individual.
Si bien es cierto que los padres no son perfectos, deben establecer normas que les permitan a los chicos formar una disciplina y ponerles límites a sus acciones cuando están errados o cometen actos inadecuados.
Cuando se castiga se espera corregir una conducta, lo que sucede es que se realiza una acción impuesta, que avergüenza y que provoca desagrado. En la mayoría de los casos, los niños se limitan a no repetir dichos actos por miedo o porque se sienten de menor valía. Lo más importante en el proceso de aprendizaje de los hijos es que ellos sientan que pueden equivocarse y eso no los hace menos; lo importante es aprender del error y vivir alegres.
6. “Es muy fácil definir la ocupación de un niño libre, él pasa su día jugando”: André Stern, investigador y pedagogo.
Una de las herramientas de las que pueden valerse los padres para que los niños aprendan, es a través de la lúdica o el juego; pues es una experiencia placentera que les captura su atención y les permite desarrollar su creatividad, ya que espontáneamente experimentan nuevas sensaciones, con casi cualquier objeto que los rodea. Así mismo, se convierte en un instrumento útil para que los padres puedan identificar lo que ellos sienten y cómo se relacionan con su entorno.
7. “Se ha demostrado que los abuelos que disfrutan apoyar la crianza y que disfrutan la vida con los nietos, son abuelos más longevos”: Jorge Eslava, especialista en Neurología de Niños.
Establecer lazos significativos entre los niños y sus abuelos es muy enriquecedor en ambas direcciones, porque los mayores con sus narraciones desarrollan en los niños la capacidad literaria, crean vínculos de afecto y transmiten su tradición. Y los niños los hacen sentir activos al escuchar sus relatos y aceptar su cariño incondicional. Si bien, la relación con la familia extendida es fundamental, la labor de los abuelos es de acompañar, más no de criar.
Nos emociona compartirte las enseñanzas de los expertos que nos han acompañado Con Todo el Amor y que disfrutes aprendiendo sobre crianza, una tarea que no termina, pero que jamás dejará de sorprender.