Colombia es un país con abundancia de agua, sin embargo, sufre de inseguridad hídrica que, de acuerdo a la definición de la Asociación Mundial del Agua, G.W.P. (Global Water Partnership), es la provisión confiable y suficiente de agua, tanto en calidad como en cantidad, para la salud, la producción y la subsistencia pero en muchas poblaciones de nuestro país el suministro de agua potable es deficiente y en algunos casos inexistente.
Existen 6 tipos diferentes de aguas en Colombia: las superficiales, las subterráneas, las marinas, las termominerales, las glaciales y las lluvias. Estas últimas, las lluvias, constituyen una de las riquezas más valiosas del país, con un promedio anual de 3.000 mm. de pluviosidad, uno de los más altos del mundo. Asimismo, la nación posee la mitad de los páramos del mundo y algunos de los ríos más grandes de la Tierra.
Vivimos en un planeta azul, nuestra casa. Casi tres cuartas partes del planeta son agua. Sabemos también que el 97% de toda esa agua es salada y está en los océanos. Y el 3% restante es agua dulce. Y de esta agua dulce el 70% se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo. Es claro entonces que el planeta que habitamos está cubierto de agua. Pero tenemos un enorme desafío. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para 2030 millones de personas no tendrán agua potable. Algo que, entre muchas otras cosas, han llamado inseguridad hídrica. (En un recuadro pequeño o con un fondo)
El crecimiento desordenado de las grandes ciudades, de las ciudades intermedias y de las pequeñas poblaciones; la contaminación de las fuentes hídricas y la gestión incorrecta de la agricultura y la ganadería a gran escala, son los principales factores que amenazan la seguridad hídrica de Colombia.
Para dejar a las próximas generaciones una herencia extraordinaria, como la seguridad hídrica, es necesario un compromiso real del Estado y de todos los ciudadanos. Es fundamental que el Estado construya muchas más obras de infraestructura hídrica en el país, tales como acueductos y plantas de tratamiento de aguas residuales, y que las colombianas y los colombianos hagamos un uso responsable del agua adoptando prácticas como la reducción del tiempo bajo la ducha, la recolección de agua lluvia, la separación de basuras, y evitando el desperdicio de agua potable.
Es urgente recuperar la seguridad hídrica de la patria, para lograrlo vamos a defender nuestros maravillosos recursos naturales y vamos a asegurar el acceso al agua potable hasta en las poblaciones más remotas de nuestro país.
Vamos a mirar el futuro con alegría.
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Mauricio Abad Echeverri
Director Serie Cristina llamando a Tierra, crisis climática en el planeta